El lijado riguroso es un paso crítico en el proceso de preparación de la puerta de madera antes de la pintura. El objetivo del lijado es crear una superficie suave y uniforme que facilite la adherencia de la imprimación y la pintura, así como eliminar cualquier imperfección visible, como arañazos, abolladuras o irregularidades en la superficie. Para llevar a cabo este paso, necesitarás papel de lija de grano medio y grano fino, así como un bloque de lijado o una lijadora eléctrica si estás tratando con una puerta grande o áreas extensas. Comienza lijando toda la superficie de la puerta con papel de lija de grano medio para eliminar cualquier irregularidad o imperfección notable. Luego, cambia a papel de lija de grano fino y lija nuevamente toda la superficie para suavizar cualquier marca de lijado y preparar la madera para la imprimación. Asegúrate de lijar en la dirección de la veta de la madera y de prestar especial atención a las áreas de difícil acceso, como las esquinas y los bordes. Una vez que hayas completado el lijado, limpia la superficie de la puerta con un trapo limpio y húmedo para eliminar el polvo y los residuos de lijado antes de proceder al siguiente paso.